Más importación, menos exportación. Es sabido que una industria editorial como la española se nutre en buena medida de la traducción de otras lenguas y que su literatura traducida roza en títulos el 60% del mercado. Pero en contrapartida, la literatura en castellano, que ocupa el quinto lugar en el ranking mundial de las traducciones, tiene un peso bastante menor en el cómputo global que no se corresponde con su importante número de hablantes.